El laboratorio flotante offshore HarshLab de Tecnalia, instalado en BiMEP, se conecta a la red eléctrica
El centro tecnológico ha conectado el laboratorio HarshLab, instalado en el Golfo de Bizkaia, a 1,6 millas náuticas de Armintza. Un cable submarino sumergido a 60 metros de profundidad permite alimentar los sistemas del laboratorio y transmitir datos en tiempo real, habilitando pruebas reales de equipos mecánicos y eléctricos bajo condiciones marinas extremas, el monitoreo continuo de datos ambientales, mecánicos y eléctricos, y su función como punto de conexión de dispositivos offshore en las áreas de prueba de BiMEP.
Tecnalia ha conectado a la red eléctrica el laboratorio flotante offshore HarshLab, instalado en BiMEP (Biscay Marine Energy Platform) en el Golfo de Bizkaia. Las instalaciones están fondeadas a 1,6 millas náuticas de Armintza.
La conexión eléctrica se ha realizado mediante un cable submarino sumergido a 60 metros de profundidad que conecta HarshLab a la subestación. Este enlace permite alimentar los sistemas del laboratorio y transmitir datos en tiempo real desde el entorno marino.
La conexión a la red eléctrica habilita nuevas posibilidades para HarshLab, incluyendo pruebas reales de equipos mecánicos y eléctricos bajo condiciones marinas extremas. También permite el monitoreo y adquisición continua de datos ambientales, mecánicos y eléctricos. Adicionalmente, el laboratorio servirá como punto de conexión de dispositivos offshore en áreas de prueba de BiMEP.
Tecnalia, miembro de la Basque Research and Technology Alliance (BRTA), integra en HarshLab tecnologías que aúnan inteligencia artificial, modelos numéricos y datos operativos. El objetivo es mejorar el diseño, la eficiencia y la seguridad de los parques eólicos flotantes, y contribuir a un sistema energético europeo Net Zero.
HarshLab tiene dimensiones de 8,5 metros de diámetro por 7 metros de altura y una superficie útil en cubierta de 120 metros cuadrados. Esta configuración permite conocer el comportamiento de materiales, componentes y equipos en la zona atmosférica, en inmersión, en el splash zone, e incluso en el fondo marino a 65 metros de profundidad.
Fuente original: Estrategia Empresarial